


Pero de alguna manera captó el interés de Charles, quien no quiso abandonarla a su suerte, pues tenía para ellas ideas bastante sugerentes.
Muchos rumorearon que la chica fue una trampa tendida al rey or Francia, donde se conocía bien la debilidad del monarca inglés. Lo que sí se sabe es que el embajador francés en Londres, Colbert de Croissy, ayudó a que prosperase la relación entre el rey y la dama, que había sido convenientemente colocada como dama de honor de la sufrida esposa del rey, Catalina de Braganza.
Louise fue odiada por los ingleses. Veían en ella una francesa católica, que trabajaba en pos del os intereses franceses y contra los ingleses. Sólo le interesaba hacer su papel, y de paso, enriquecerse.
Una rival de Louise Reeé por los favores de Charles, la actriz Nell Gwinn, se libró una vez de una muchedumbre que lainsultaba llamándola puta diciendo que sí lo era, peor que al menos era la protestante. La gente se sosegó de inmediato.
La flamante duquesa de Postmouth perdió sus privilegios a raíz de la muerte de Charles. Fallecido el rey, regresó a Francia, donde fue persegfuida por sus acreedores , ya que quería seguir viciendo rodeada delujos sin nadie que le costease sus caprichos.
Auque fueron muchas las amantes de Charles II, este monarca dominado por la lujuria estaba uy enamorado de su esposa Catalina de Braganza. Siempre insistió enq ue ella estuviese rodeada de atenciones, además de darle constante respeto y protegerla cuando era necesario por su fe católica.
Por su parte, ella adoraba a su esposo, y llevaba con resignación las infidelidades de su esposo


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